ORO MUERTO     (1926)

(ver glosa)

 

 

El conventillo luce su traje de etiqueta

Las paicas van llegando, dispuestas a mostrar,

Que hay pilchas domingueras, que hay porte y hay silueta,

A los garabos reos deseosos de tanguear.

La orquesta mistonguera musita un tango fulo

Los reos se desgranan, buscando entre el montón,

La princesita rosa de ensortijado rulo

Que espera a su Romeo como una bendición.

 

El dueño de la casa

Atiende a las visitas

Los pibes del convento

Gritan en derredor

Jugando a la rayuela,

Al salto, a las bolitas

Mientras un gringo curda

Maldice al Redentor.

 

El fueye melodioso termina un tango papa

Una pebeta hermosa saca del corazón,

Un ramo de violetas, que pone en la solapa

Del garabito guapo, dueño de su ilusión.

Termina la milonga. Las minas retrecheras

Salen con sus bacanes, henchidas de emoción,

Llevando, de esperanzas, un cielo en sus ojeras

Y un mundo de cariño dentro del corazón.

 

Letra : Julio Plácido Navarrine

Música : Juan Raggi

 

Grabado por Carlos Gardel con guitarras. (sello Odeón N° 18.175) (1926)

 

Oro muerto: alude al oro con una aleación que le confiere un color pálido.

 

A raíz de la censura impuesta en la radiofonía entre 1943 y 1949,

se le modificó la letra y el título pasando a denominarse, Jirón Porteño (ver).

 

                       

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