EL MISMO BAR
El
mismo bar de todas las edades,
Un
alto para el ocio y el olvido,
El
que conserva sin querer tu historia,
El
que amanece lánguido y vencido.
El
mismo bar de todas las vivencias,
El
de tu juventud y de mi frío,
El
del letrero casi ya sin luces
Entre
herrumbres y pisos de ladrillo.
Con
su ritual café sin esperanza,
Su
débil compromiso ante el destino,
Con
su minuto ahogado en las ventanas
Remanso
inevitable en tu camino.
.
Con
su ventura humeante y desprovista
De
lógica y dolor, con su sentido,
El
mismo bar trasciende en la nostalgia
Florecido de voces y sonidos.
El
mismo bar de noches de bohemia,
De
aquellos seducidos por el vino,
La
bronca y el humor por invitados,
La
estrofa de algún tango carcomido.
El
mismo bar, el de la siempre esquina,
Sensual
como su estaño envejecido,
Adonde
la verdad sufre de anemia
Y
el pomposo saber toca de oído.
Letra : Andrés E. Pierucci
Música : Carlos
Quilici (Carlos Julio Quilici)
Origen letra: inspirado en un clásico bar
esquinero de Arroyo Seco, vecino del autor,
donde personajes de la clase campesina y
obrera hacían un reparo de a veces varias horas,
para salir luego, más encendidos que nunca.
Generalmente llegaban en bicicletas
o con carros de a caballos, y se hacían
grandes mesas de brindis.
Aun perdura, pero con otros matices de
clientela.
(colaboración enviada
(lerta) por el amigo Carlos Quilici. 09-2015)