El SILENCIO DE LAS
TUMBAS
En
una noche clara
De
majestuosa luna,
Se
ve de un cementerio
Sus
nichos descollar;
Y
en lápidas lujosas
Y
abovedadas tumbas,
El
nombre está grabado
Del
que descansa en paz.
Aquellas
frescas flores
Que
en su fragancia brindan,
Emblema
de alegría
Y
emblema del amor;
La
riegan con el llanto
De
paternal cariño,
La
madre y el hermano
Unidos
en dolor.
La
losa funeraria
Que
el mundo la ha cubierto,
El
nombre oculta acaso
Del
que descansa en paz;
Un
hombre venerado
Tal
vez es el que ha muerto,
Que
el mundo en su alegría
De
él no se acuerda más.
De
pronto llega un joven
Contrito
y vacilante,
Inclina
la rodilla,
Murmura
una oración;
Y
caen como unas perlas
Sobre
la blanca losa
Las
lágrimas que arranca
Su
tierno corazón.
¡Oh!,
Ven, despierta, ¿quieres?
¿Por
qué me abandonaste?
¿Por qué no me llevaste
para dormir también?
No
ves que solo a solas
Con
mi dolor profundo,
Todo
lo de este mundo
Desprecio
con desdén.
Y
luego se oye un tiro
Y
allí junto a la tumba,
Caliente
aún el cadáver
De
un joven se encontró;
Después, pasé al otro año
Y la inscripción decía:
“Tanto él a ella quería
que en su tumba murió...”
Letra y música : Gabino Ezeiza
Grabado por Gabino Ezeiza acompañándose en guitarra.
(colaboración
enviada (letra y grabación) desde Colombia por el amigo Sergio Bravo Uribe.
06-2013)
(correcciones
en la letra debidas al amigo Lito Carbonell
– Punta Alta – 06-2013)