EL FUTURO SOLDADO
Recitado:
¡Soldado Ubaldo, atención!
¡Firme, carrera march...!
¡Salto ´e rana, cuerpo a tierra...!
Mañana al tocar la diana
Tendrás que ir a
revisación,
No te salva ni por el pie
plano,
Ni el dedo ´e la mano
De la conscripción.
Ya vas a extrañar la vieja,
Cuando te falte todo su
amor.
La camisa, el pantalón
planchado,
Y el postre almendrado
Que te gusta a vos.
¡Por favor
Dejame, viejita querida!
Que no me hagan ruido,
Que hasta las doce quiero
dormir.
Muy pronto, al tocar de
diana
Con salto ´e rana
despertarás,
Ya verás que allí, con el
sargento,
No valdrá los cuentos
Y te hará bailar.
El bife bien jugocito
Y el postrecito se acabará,
Y a pesar que nunca te ha
gustado,
El chivo guisado te lo
morfarás.
Recitado:
¡Soldado Horacio, atención!
¡Carrera march, cuerpo a tierra!
¡Salto ´e rana, venga para acá...!
Que pase el primero:
-¿Así que pie plano, no?
-¡Siéntese, párese!
-¡Párese, siéntese!
-Apto para todo servicio...
A la peluquería y bien rapao.
-¡Firme... march!
-Un, dos, un, dos, un, dos, un dos...
Letra : Roberto Lambertucci
Música : Horacio Salgán (Horacio Adolfo
Salgán)
Grabado por la orquesta de Horacio
Salgán con la voz de Miguel Montero.
(Del disco “Los cosos de Buenos Aires”.
Salgán - Montero. 1973)
(colaboración enviada por el amigo Pablo
Olaizola. 09-2010)
En el año 1973 el poeta
Roberto Lambertucci decide juntamente con Horacio Salgán la producción de un
álbum discográfico que dibujara los típicos personajes de la ciudad de Buenos
Aires. Cuando tuvieron listas la música y la letra, Salgán se dedicó a formar una
gran orquesta además de su “co-equiper” Ubaldo De Lío, eligiendo al tucumano
Miguel Montero, que se encontraba en el mejor momento de su carrera como
cantor. Los personajes de Buenos Aires, en un disco que se llamó “Los Cosos de
Buenos Aires” – que pueden ser de cualquier lugar del país, donde existieron y
existirán – le prestan sus apodos a títulos como “Garronelli”, “El As de la
manga”, “Salvador, El Influyente”, “El Pibe Corazón” o “El Viejito Mejillón”.
Una acertada mezcla de porteñismo, con dulzura, inocencia, viveza criolla,
desenfado; en fin, un producto concebido a partir del humor y del amor.