EN LA VIEJA PULPERÍA

 

 

 

Estaba hasta los topes, la vieja pulpería

Alegres, los paisanos, chupaban sin cesar,

Al ver que a la trastienda saliste aquel día

Sin miedo a tu tatita, yo me largué a cantar.

Que vos serás mi virgen, te dije entre otras cosas

Al son de mi guitarra, en tiempo prudencial,

Y vos, pa´ no ser menos, con manos temblorosas

Un blanco pensamiento prendiste en mi ojal.

 

Después de aquel halago

No te acordás, mi chirusa,

Que me estrujaron la blusa

Pa´ arrancarme aquella flor.

Y que luego, mi cuchillo

Como una luz de ligero,

Marcó un barbijo certero

Por la causa de tu amor.

 

Pensá en aquella tarde que te llevaba en ancas

De mi caballo oscuro pa´ hacerte mi mujer,

En aquel mozo guapo que al pie de la barranca

Con mi primer hachazo se fue pa´ no volver.

Pa´ qué, por tu cariño, jugué mi vida entera

Malhaya, quién diría que me ibas a olvidar,

Marearte con las hembras en una gran zoncera

Por eso que dende áura, por naides vi´á llorar.

 

Andate, chirusa ingrata

Que no me daña tu ausencia,

Y decirle a tu conciencia:

“Vos mañana volverás”

Podés irte p´ande quieras

Pa´ mí, ya nada te pido,

Con los vientos del olvido

Podés castigar nomás.

 

Letra : Francisco Brancatti

Música : Enrique Maciel  (Enrique Maciel Villegas)

 

Grabado por Ignacio Corsini con acompañamiento de guitarras. (sello Odeón, 30-07-1927)

 

 

(letra obtenida de la grabación)

(colaboración enviada por el amigo Amado Lafuente. 02-2009)

 

 

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