EL TROVERO
El viejo conventillo de
nuevo amaneció
Anoche hasta el altillo, la
“Blanca” se acercó,
Y se llevó al trovero se
siente comentar
El criollo cancionero que
el Bajo oyó cantar.
Al quedarse mirando, la
noche sollozó
Y un hombre, balbuceando,
sus ojos entornó.
“Silencio” dice, la gente
del patio
“Silencio” murmuran los que
van a entrar,
Y las comadres de aquel
barrio obrero
“Silencio” repiten,
queriendo rezar.
Mientras aquella, la pálida
rubia
Muchacha que viera perdido
un querer,
A las obreras que esperan,
les dice:
“Muchachas, me quedo, no
voy al taller”.
Y un ramo de azucenas,
oculto le llevó
Lo mismo que su pena, que a
nadie reveló,
Que no se sepa nunca de que
ella supo amar
Y de su vida trunca, el
barrio pueda hablar,
Que lleve ese secreto,
dormido el ruiseñor
Que deja en el “convento”,
un cuadro de dolor.
“Silencio” dice, la gente
del patio
“Silencio” murmuran los que
van a entrar,
Y las comadres de aquel
barrio obrero
“Silencio” repiten,
queriendo rezar.
El que se fuera cantando
sus rimas
En bien inspiraba endechas
de amor,
Cerró su pico, plegando sus
alas
Batido, quién sabe, por
hondo dolor.
Letra : Benjamín
Tagle Lara
Música : Julio
F. Pollero (Julio Fava Pollero)
Grabado
por Alberto Vila con acompañamiento de guitarras. (sello RCA, 02-04-1928)
(letra
obtenida de la grabación)
(colaboración
enviada por el amigo Amado Lafuente. 02-2009)