EL ALMA DEL COTORRO
El cotorro está solo, está triste
Ya no llama tu risa, los ecos,
Que alegraban las cosas y el alma
Con repique de alegre cristal.
Colombina, tu voz armoniosa
Ya no ritma y tu risa tan loca,
Se ha quebrado en la última nota
Una tarde muy triste y fatal.
Ya no sos alma y vida
Del cotorro que sueña,
A la linda muñeca
Que jamás volverá.
Muda está la fonola
Ni ya marca tus pasos,
En los giros de un tango
Triste y sentimental.
Recitado:
Tus coquetas
pantallas de luces,
Tus extrañas
alfombras de Oriente,
Tus azules
cortinas de seda
Ya perdieron su
brillo triunfal.
Muñequitas y
chiches, parece
Que esperaran,
allá en la repisa,
Que retornen,
sonoras, tus risas
Campanita de un
áureo metal.
Campanita encantada
Que en el lindo cotorro,
Estallaba en un loco
Sonar de cascabel.
Ya callaron tus ecos
Y en la noche callada,
Sólo mi alma solloza
Su dolor hondo y cruel.
Ya no se oye tu risa, ¡Oh, sultana!
Con su coro de mil cascabeles,
Ni ya oficias tus misas herejes
En el ara de un loco placer.
Colombina feliz, que llenabas
Del cotorro, la pompa marchita
Que hoy añora su almita alocada
Que una tarde, contigo se fue.
Letra :
F. O. Lix-Fe (Félix O. Foullier)
Música :
Guido Vanzina Pacheco (Guido Alberto Vanzina Pacheco)
Grabado por la orquesta de Francisco Canaro con la voz de Azucena Maizani.
(1925)
(colaboración
enviada por el amigo Hugo Aranguiz, Nueva York,
12-2008)
(datos aportados
por el amigo Christoph Lanner.
01-2014)