ETERNA
Eterna como el sol, tú eres
eterna...
Y eterna vives en mi
corazón,
Yo te llevo en mis pupilas
Yo te siento entre mis
venas,
Eterna como el llanto de mi
amor...
Llegas a la fiebre de mi
boca,
Como el vino de esa copa
Que devoro con la sed...
Inútil ansia de apagar mi
sueño
Si es llama viva en tu
querer...
Ya no me queda una
esperanza
Ni una ilusión de vida,
Y sin embargo si supieras
Cómo te siento mía...
Se agiganta tu cariño,
Como el sol cuando la
muerte
Nos perdona y llega el
alba...
Y se agranda este vacío,
Como el tiempo inexorable
Como el grito de mi alma.
Ya no me queda una
esperanza
Ni un eco de tu voz,
Pero en el seno de mi pecho
vives,
Febril como mi madre,
Eterna como Dios.
La muerte me hallará por
los caminos...
Y hasta la muerte me tendrá
piedad,
Pero el ruego de mi pena,
Mi dolor de peregrino
Ninguno más que tú, lo
entenderá.
Lóbrego, entre el polvo de
la huella,
Bajo un hálito de estrellas
A los campos les diré:
Que no se cierran mis
heridas nunca
Porque es eterno el vaso
que apuré...
Letra y música
: Héctor Marcó (Héctor Domingo
Marcolongo)
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