SIEMPRE DOMINGO
(poema)
Con su carga de esperanza
Metida en su bandoneón,
Llegó un día a esta tierra
Y nos dio su corazón
Yo no llego a precisar
Que trabaje tan derecho,
Si los Domingos se han
hecho
Sólo para descansar.
Incansable, al laburar
Impermeable a la alabanza,
Brinda toda su confianza
A quien como él, es
sincero,
Arribó como un velero
Con su carga de esperanzas.
Por esa escala divina
De notas de un pentagrama,
Aureolado por su fama
Llegó desde su Argentina.
Y forjó una disciplina
De muy rara conjunción,
De fe, de amistad, de
unión,
Y el gaucho que llegó solo,
Se trajo un alma de cholo
Metida en su bandoneón.
Con esa sabiduría
Que otorgó Dios al maestro,
Mingo
hizo vibrar lo nuestro
Con notas de fantasía.
Por eso, en la melodía
Que al tango y al vals se
aferra,
Todo un mensaje se encierra
Hecho música y donaires,
Que del viejo Buenos Aires
Llegó un día a esta tierra.
“Caballero del ensueño
tengo pluma por espada”,
La verdad es que en este
empeño
Todo lo dicho no es nada,
Pero se quedan grabadas
Con verdadera emoción,
Las “Gracias” de esta
nación
A un cholo – gaucho argentino,
Que hace tiempo... un
día... vino...
Y nos dio su corazón...
Letra : César
E. Ferreyros Delgado
Poema
compuesto en homenaje a Domingo Rullo.
Del
libro “Memorias de bandoneón” de Domingo Rullo y Víctor Yánez Aguirre.
A “Letras” A “Autor”
Menú
Principal