UN SUEÑO BANDONEÓN
(c. 1990)
Perdonalo, ciudad, es casi un niño,
Miralo con su “fueye” cuando sueña,
Allí viene otra vez, bancale un nido
A su larga transada con las penas.
Es que vence el dolor callado y frío
Cuando Antonio regresa sus quimeras,
Perdonalo, ciudad, es casi un cuento
Miralo con su “fueye” cuando sueña,
Su alma se me hace que es de leña
Cuando arde en un tango, su talento.
Un gesto sin color
Cualquier esquina...
La noche se rompió
Con la mentira.
Un sueño bandoneón
Acurrucado,
Un sueño con tu voz,
Viejo Rosario.
Desnuda la canción
Y su cansancio,
Antonio encarnó,
Ciudad, tu daño.
Un gesto sin color
Cualquier esquina...
La noche se rompió
Con la mentira.
Yo lo pienso tan bueno y forastero
La suerte aún flamante en el costado,
Presintiendo un destino, beso y cielo,
Con los años más frescos del milagro.
Siendo puro, no sabe del camelo,
Al final resulta un exiliado.
Perdonalo, ciudad, es casi un cuento,
Miralo con su “fueye” cuando sueña,
Su alma se me hace que es de leña,
Cuando arde en un tango, su talento.
Antonio:
refiérese al personaje de este tango, que es el bandoneonista rosarino
Antonio Ríos, a quien Aníbal Troilo
lo definió como “el bandoneón en su estado puro”.
Letra : Miguel Jubany (Miguel Ángel Pablo Jubany)
Música : Domingo Federico (Domingo Serafín Federico)