NO CANTES VICTORIA
Vencido por el fuego, de aquel amor ideal
Que me inspiró el encanto, divino de tu ser,
Como un reptil inmundo, llegué hasta el lodazal
Donde tenía un precio, tu cuerpo de mujer.
Te había imaginado, tan noble como fiel
Después de aquella triste y amarga confesión,
Que ciego bajo las garras, de tu cariño cruel
Como un vulgar suicida, dejé mi corazón.
Pero, no cantes victoria
Porque hayas echado buena,
Que también sus negras penas
Hay en las cartas del placer.
Vos naciste para el barro
Y aunque te sientas sultana,
Si no es hoy, será mañana
Pero al barro has de volver.
El lujo que hoy envuelve, tu cuerpo escultural
Lo que es sin duda el fruto, de otro mentido amor,
Te hace olvidar que un día, fuiste a un hospital
Y en él, junto a tu lecho, lloré por tu dolor.
También hoy hace un año, que en la amargura atroz
De esta prisión deliro, por verte y comprendí,
Que sólo has de sentirme, cuando en el mundo a vos
Te paguen con el cobre, que me has pagado a mí.
Letra : Juan Bautista Fulginiti
Música : Juan Espumer
Grabado
por Agustín Magaldi con acompañamiento de guitarras.