UN TANGO PARA MI VIEJA
Muchachos... un consejo... y no se ofendan
Quien la tenga, que la cuide... que la adore,
Quien la perdió, no la olvide... que la llore
Para ella... el amor de mis amores, ahí va un tango
Empapado de lágrimas, de besos y de quejas,
Para ella, ahí va un tango... ¡Un tango para mi vieja!
Un mate y un beso, así me despierta
Me da su buen día con voz celestial,
Después me acompaña, mimosa, a la puerta
Sonríen sus ojos mientras dice: “chau”.
Sus labios no saben jamás de reproches
Yo estoy para ella siempre en la niñez,
Todo me perdona, hasta aquella noche
Que por ciertas cosas, yo me emborraché.
¡Viejecita de mi vida!
Tu querer es dulce nido,
Allí no hay pena ni olvido
Todo es ternura y amor...
Si Dios me dejó por suerte
Tu querer, que es como un sol,
Que nunca tu corazón
Quiera apagarlo la muerte...
¡Este tango, vieja mía!
¡Este tango es para vos!
Un mate y un beso recibo a la vuelta
Prepara la cena con una canción,
La ropa, bien limpia, me espera en la pieza
Cepillado el saco, luciendo una flor...
Por noble, por buena, por santa y divina
La llevo metida en el corazón,
Mi vieja, muchachos, y todas las viejas
Son todas iguales... ¡Un cacho de Dios!
Letra : Reinaldo Yiso (Reinaldo Ghiso)
Música : Enrique Alessio (Enrique Carmelo Alessio)
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