UN INFIERNO

 

 

 

El agravio de tus labios, que juraron y engañaron,

Embeleso de tu beso donde preso me quedé,

Un zarpazo fue tu abrazo y tu piel de seda y raso

Un infierno cruel y eterno donde el alma me quemé.

 

El hastío con su frío hizo nido en todo mío,

Si quererte fue la muerte, el perderte morir más,

Que misterio es el cariño que en la cruz de tu abandono

Todavía te perdono y te quiero mucho más.

 

Clavaste...

Sin temor, con toda el alma

A traición y por la espalda

Un puñal  ¿Y para qué?

No ves

Que estoy herido y te sonrío

Que aún te llamo cielo mío

Y que aún beso tu puñal.

No lo ves...

Que pese a todo y contra todo

En el cielo o en el lodo

¡Yo te quiero siempre igual!

 

Maldecirte, no seguirte, no quererte, aborrecerte,

Libertarme de tus manos, rosa fresca, no podré,

Como un ciego tambaleo, sin tu voz, sin tu sonrisa

Cielo y brisa, tierra y todo, me recuerda tu querer.

 

Siempre arde, noche y tarde, esa antorcha de tus ojos,

En tu pelo soy abrojo, que pretende ser clavel,

Como hiedra que se aferra, a la piedra, inevitable

De tu amor inolvidable, aferrado me quedé.

 

Letra  : Reinaldo Yiso  (Reinaldo Ghiso)

Música : Francisco Rotundo  (Francisco Luis Rotundo)

 

Grabado por la orquesta de Francisco Rotundo con la voz de Floreal Ruiz. (sello Pampa Nº 14.096)

Grabado por Alberto Morán con el acompañamiento de la orquesta de Armando Cupo. (sello Pampa Nº 14.115)

 

                       

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