SI TUVIERA 20 ABRILES
Cuántas cosas disfrazadas, con irónica sonrisa
A mi paso por la vida, con dolor las contemplé,
Mascaradas que los años, en mi andar de peregrino,
Fueron dejándome penas, que también yo disfracé.
Sólo el beso casto y puro de mi santa madrecita
Fue el amparo confidente de mi angustioso pesar,
Donde bebí la alegría, de la dulzura infinita,
Cuando su tierno consuelo me hizo volver a soñar.
¡Si tuviera veinte abriles!...
Y con esta biblioteca,
Que me ha dado la experiencia
Abrazado a la ternura
De mi santa viejecita.
En sus cabellos de plata,
Volcaría mi canción,
Pero ya se fueron lejos
Por esos viejos caminos,
Con el ansia de los sueños
Que anidó mi corazón.
Hoy el tango de la farsa, sigue ocultando su llanto
Tal vez porque abandonada no sé en qué puerto dejé,
La verdad que hoy es congoja, de mis sueños tan queridos,
Y que fueron la bandera donde mis glorias forjé.
Muchas penas disfrazadas se reían de la vida
Cuando crucé los senderos en incansable ambular,
Pero un recuerdo sagrado, fue curando mis heridas
Era el beso de mi madre, que no pude disfrazar.
Letra : Domingo Rémoli
Música : Alberto Cosentino