SEÑOR
Señor, yo soy un desdichado
Enfermo estoy de tanto padecer,
Yo soy un paria que sufre resignado
Abandonado, sin dicha ni placer.
Morir así será mi estrella
¿Qué debo hacer? Mi vida está de más,
Vea, Señor, yo voy buscando a ella
Sin saber, dónde encontraré mi santa paz.
Era mujer veleidosa
Su gesto me lo decía,
Y el alma se me partía
Porque por ella sentía
Un cariño abrasador.
Pero llegó mi derrota
Para mi martirio cruento,
Y en ese golpe violento
Perdí la fe, el aliento
¡Se lo juro por mi honor!
¿Beber? En mí, ni esto es consuelo
No he de apagar con eso mi dolor,
Van muchas noches que sufro y me desvelo
Pidiendo al cielo, mi ya perdido amor.
Tal vez Usted, que es hombre sabio
Ha de saber qué ruta he de tomar,
Concédame su cálido consejo
¡Buen Señor! ¿No es cierto que morir es descansar?
El alcohol no me adormece
El recuerdo de la ingrata,
Ese vicio nunca mata
La tormenta que desata
El volcán de una traición.
Por la mujer agresiva
Tan desleal y peligrosa,
En mi vida borrascosa
Una muerte lastimosa
Pondrá fin a mi pasión.
Letra : Francisco Brancatti
Música : Enrique Maciel
Grabado
por Carlos Gardel con guitarras. (sello Odeón Nº 18.184)