SANGRE MALEVA
Por
Belgrano, Mataderos y todo el arrabal,
Paseó sus gallardías el zurdo Cruz Medina
Que fuera un buen amigo, sin grupos, servicial...
Templado en el suburbio, fue taita entre matones
Vivió tejiendo sueños, allá en su callejón,
En donde por las noches rondaban los “botones”
Y en el café del barrio gemía un bandoneón...
Era un malevo sin trampas,
Sin “padrinos” y sin gloria
Sin “minga” de historia
Pero buen mozo y de acción...
“Caseros” lo vio jugarse
Sin aflojar ni un chiquito,
Y en la “Nueva” queda inscrito
Su coraje de varón.
Pero una noche oscura... guapeó en Avellaneda
Y en una rinconada del trágico arrabal,
Sonaron tres balazos y sobre la vereda
Caía un hombre herido, blandiendo su puñal...
Se oyeron los auxilios... Corrió la policía
Y en un charcal de sangre, sonriendo al taita halló,
Que herido mortalmente, rebelde en su agonía
Con voz de macho entero, sin pestañar habló:
“No me pregunten, agentes
quién fue el hombre que me ha herido,
que será tiempo perdido
porque no soy delator...
¡Déjenme, nomás, que muera
y que esto a nadie le asombre,
que el hombre, para ser hombre
no debe ser batidor...!”
Letra : Juan Miguel Velich y Pedro Platas
Música : Dante Oscar Tortonese
Grabado
por la orquesta de Alfredo De Ángelis con la voz de Oscar Larroca.
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