ROSA DE FUEGO

 

 

 

Rosa de Fuego, los hombres la llamaban

Porque sus labios quemaban al besar,

Y eran sus ojos dos ascuas que abrasaban

Y era un peligro su amor ambicionar.

Cuantos lograron, por ella ser mirados

Y de sus labios bebieron el placer,

Todos quedaron como carbonizados

Entre los brazos de tan bella mujer...

 

Rosa de Fuego, feliz vivía

Rosa de Fuego, se divertía,

Hasta tenía vanidad

De su diabólica maldad...

Rosa de Fuego, los arruinaba

Rosa de Fuego, los calcinaba,

Y al ver sus víctimas caer...

Se reía la mujer...

 

Mas cierto día, cruzóse en su camino

Un hombre frío, de hielo el corazón,

Rosa de Fuego luchó contra su sino

E inútilmente jugó con su pasión.

El hombre aquel, de sangre de serpiente

De su mirada, el fuego resistió,

Y de sus labios aquel beso candente

Se dominaba y esclava se encontró...

 

Rosa de Fuego, ya no reía

Rosa de Fuego, se consumía,

Se le abrasaba el corazón

En el volcán de su pasión.

Y el hombre frío, la despreciaba

Y el hombre frío, la maltrataba,

Rosa de Fuego aún al morir...

Lo sentía reír...

 

Letra : Antonio Martínez Viérgol

Música : Manuel Jovés

 

Grabado por la orquesta de José Basso con la voz de Héctor de Rosas.

 

 

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