QUE TE PERDONE DIOS...
Llegaste a mi vida con la pérfida intención
De hundirla sin clemencia en un abismo aterrador,
Llegaste a mi vida para herirla sin perdón
Envuelta entre las sombras de tu cruento y falso amor.
Tenías en tu rostro de pureza virginal
Ojazos azul cielo y unos labios de coral,
En cambio, en el fondo de tu alma
Acechaba vil, la infamia, y la crueldad.
Yo no alcanzo a comprender
Qué destino... fatal...
Anidó en tu corazón
Ese odio... infernal...
Que sangriento y despiadado
Ultrajaba mi ilusión,
Para hundirla en un torrente
De espantosa confusión.
Sólo Dios podrá juzgar
Tu infinita... crueldad...
El sol ya se ocultaba tras el manto celestial
La tarde que volviste, ya cansada de rodar,
Golpeaste a mi puerta mendigando mi perdón
Ahogada entre sollozos de honda desesperación.
¡Mentían esos ojos que imploraban mi perdón!
¡Mentían esos labios que temblaban de ansiedad!
Tan falsa eran todas tus promesas
Que aunque pude perdonarte...
¡No perdoné...!
Letra : Félix Camino
Música : Aldo Ballarini