PENAS (II)
Triste vago
por el mundo
Reavivando
allá en lo hondo
De mi ser,
una pasión.
Es mi
historia la de todos
Los que
amaron de igual modo
Prodigando un
corazón.
Y fue ella
dulce, buena
Como un
cántico piadoso,
El abismo
misterioso
Que en mi
vida se cruzó.
De mis penas
fue gran parte
El encanto
poderoso,
De su mirada
de mártir
Que mi vida
subyugó.
Penas
Que al
recordar,
Mi triste
soledad
Me vuelven al
pasado.
Tan sólo he
quedado
Que si no
vinieran
Mi existencia
a herir
Para qué vivir?
Penas
Son para mí,
Aquel lejano
amor
Tan pronto
marchitado.
Quiero que a
mi lado
Velen por mis
noches,
Con el
resplandor
De mi vieja
pasión.
Era frágil,
recatada
Cual la
imagen delicada
De una diosa
de marfil.
Al hablar, su
tierno acento
Cual el eco
de un lamento
Trasuntaba
hondo sufrir.
Y se fue...
El triste otoño
En su requisa
de flores,
Recogió los
estertores
De su místico
perfil.
Al marchar,
dulce, con calma
Sin un
reproche en su tono,
Todas las
penas del alma
Me dejó en
este sufrir.
Letra : Ernesto José D´Antuoni
Música : Rafael Torres
Grabado por la orquesta de Rogelio Coll “Garabito” con la voz de Aníbal Oberlin.
(1946)
(partitura editada el 28-03-1945)