¡ÓYEME, MAMÁ!

¡Noche!...

Y qué cruel mi soledad.

Un abismo que insondable

Se hace amargo y es culpable,

Porque ya no volverás...

¡Nunca!...

Nunca más ya te tendré.

¿Por qué fuiste tan injusto?

Tú, Señor... que eres tan justo

Al llevármela a mamá... ¿Por qué?

Triste, va muriendo mi canción

Es otoño, en primavera,

Y las rosas, sensibleras

Se deshojan sin color.

¡Óyeme, mamá!

¿Dónde estarás que no contestas?

Y por qué...

Por qué no llega tu respuesta,

Cruel lamento, que es tormento

A quién decirle... ya no sé...

¡Óyeme, mamá!

Que junto al piano van mis manos

Y por ti, en mi teclado yo te canto,

Mi canción que es como un grito

De protesta y de rencor.

Óyeme, mamá

Si desde el cielo tú me miras,

Mírame... que en mi responso de dolor

Siempre, mamá... te llamaré...

Letra : Julio Jorge Nelson (Isaac Rosofsky)

Música : Armando Baliotti

Grabado por la orquesta Francini – Pontier con la voz de Pablo Moreno.

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