ORGANITO DE
Al paso tardo de un pobre viejo
Puebla de notas el arrabal,
Con un concierto de vidrios rotos
El organito crepuscular.
Dándole vueltas a la manija
Un hombre rengo marcha detrás,
Mientras la dura pata de palo
Marca del tango, el compás.
En las notas de esa musiquita
Hay no sé qué de vaga sensación,
Que el barrio, parece
Impregnarse todo de emoción.
Y es porque son tantos los recuerdos
Que a su paso despertando va,
Que llena, las almas
Con un gran deseo de llorar.
Y al triste son
De esa, su canción,
Sigue el organito lerdo
Como sembrando a su paso,
Más pesar en el recuerdo
Más color en el ocaso.
Y allá se va
De su tango al son,
Como buscando la noche
Que apagará su canción.
Cuentan las viejas que todo saben
Y que el pianito junta a charlar,
Que aquel viejito tuvo una hija
Que era la gloria del arrabal.
Cuentan que el rengo, que era su novio
Y que en el “corte” no tuvo igual,
Supo con ella y en las milongas
Con aquel tango reinar.
Pero vino un día un forastero
Bailarín, buen mozo y peleador,
Que en una milonga
Compañera y pierna le quitó.
Desde entonces padre y novio
Van buscando por el arrabal,
La ingrata muchacha
Al compás de aquel tango fatal.
Letra : José González Castillo
Música : Cátulo Castillo (Ovidio Cátulo
González Castillo)
Grabado por Alberto Marino con el
acompañamiento de la orquesta dirigida por Emilio Balcarce. (sello Odeón Nº
30.551)
A “Letras” A
“Autor” Menú Principal