NUNCA SERÁS MÍA

 

 

 

Esta soledad que me tortura más y más

Duele en lo más hondo de mi pobre corazón,

Duele en la amargura de estas horas

Que cruelmente me devoran

Porque sufro y pienso en vos.

Todo ese cariño que te he dado con pasión

Toda la esperanza que en tus manos puse yo,

No son nada más que la condena

De saber que sos ajena

A este amor.

 

Yo sé

Que no verte es mi tortura.

Yo sé

Que tu ausencia es mi amargura.

¿Por qué?

Porque vive en un vacío

De enorme frío mi corazón.

Yo sé

Que en la cruz de mi tormento.

Yo sé

Que te extraño y que te siento.

¿Por qué?

Yo te quiero todavía

Si no sos mía

Ni lo serás.

 

Todo lo que di para salvar esta pasión

Te lo muestra aquí mi desgarrado corazón,

Horas que se alargan y me amargan

Y al final dejan  su carga

De tremenda soledad.

En la roja llama de tu boca me quemé

Te odio por la vida que me diste mala y cruel,

Sos como una sombra en el camino

De mi vida sin destino

Como ayer.

 

Letra : Juan José Zucchelli

Música : Ángel Cabral  (Ángel Amato)

 

 

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