NUESTRA CULPA
Te siento en mí, ceñida aquí en mi cuerpo
Latiendo entre mis venas, mezclada en mi fervor,
Como si fueras el eco de mi sangre
La esencia de mi carne, ardiendo en el amor.
Te tengo aquí, besándome en la boca
Y en medio de una loca y extraña realidad,
Que me parece vivir tan sólo un sueño
Por mi afiebrado empeño de amarte más y más.
Qué importa que nos digan lo que quieran
Que nos manchen con la infamia, que castiguen nuestro
honor,
Que murmuren los que solamente esperan
Los que tienen muerta el alma, los mendigos del amor.
Qué importa que nos citen como ejemplo
Que señalen nuestros pasos, que se ocupen de los dos,
Nuestro amor es tan sagrado como un templo
Es el íntimo refugio levantado entre tú y yo.
Te adoro así... Con ansia incontenida
Sin freno, sin medida, prejuicios ni control,
Con el ardor de una llama que encendida
Inflama mis sentidos y abrasa el corazón.
Te adoro así... La culpa ya no es mía
Ni es tuya ni es de nadie... Es algo superior,
Aquel que juzgue, que busque en el destino
El único culpable de nuestro gran amor.
Letra y música : Eduardo Domingo Parula