¡NO
MIENTAS!
¡Fueron tus palabras la canción de mi esperanza!
Y en tus tibias manos se durmió mi corazón...
Era tan feliz y fue tan ciega mi confianza
Que jamás la duda vino a mi razón...
Pero hoy, sólo siento que tus lágrimas me queman
Y ese llanto impío que me quiere convencer,
Es la carcajada de tu voz que me condena
A vivir siempre engañado, en mi querer...
¡No mientas! Que tu boca pecadora
Se destiñe cuando implora sus mentiras al jurar...
¡No mientas! Si en tus ojos he leído
Que tu amor ya lo he perdido y es inútil suplicar...
Háblame... La verdad quiero que digas,
No se mata con intrigas de ese modo un corazón,
¡No mientas! Que me amargo al contemplarte
Y el afán de perdonarte me podría hacer traición...
Sé que si te apiadas de mi vida que agoniza
En un gesto franco, tu interior me dejas ver,
Hallaré las brasas de mi amor hecho cenizas
Mas nada me importa... Si así debe ser...
Sólo quiero verte con el alma descubierta
¡Afrontando todo por tener sinceridad!
Para que al marcharte con mis pobres flores muertas
Lleve al menos de tus labios, la verdad...
Letra : Héctor Marcó (Héctor Domingo
Marcolongo)
Música : Alfredo Mario Lattero y Héctor
Varela (Salustiano
Paco Varela)
A “Letras” A “Autor”
Menú
Principal