NADIE HA DE SABER
Nadie ha
de saber por qué yo sufro
Nadie ha
de saber por qué te quiero,
Ninguno
ha de saber cuál es mi pena
Ninguno
ha de saber por qué me muero.
Sólo tú y
yo en el secreto
Sólo tú y
yo con esta angustia,
De amarnos
ciegamente sin poder cristalizar
Los
sueños que se han muerto ya.
Como el
sol eras tú
Como el
mar era yo,
Siempre
juntos los dos
Solamente
el ocaso los separa.
Así fue
nuestro amor
Como el
mar, como el sol,
Y un
misterio también separó nuestro afán
El ocaso
de mi vida que se va.
Nadie ha
de saber cuando me marche
Que tuve
en mi vida dos anhelos,
Entonces
era siempre tu presencia
Ahora, en
la ausencia, tu recuerdo.
¡Déjame
con él morir entonces!
Nadie ha
de pagar las culpas mías,
Inútil es
que quiera otra suerte yo esperar
Si en mi
alma no amanecerá.
Letra : Gerónimo Sureda
Música : Carlos Figari (Carlos
Alberto Figari)
(partitura
edición 1945)