GAUCHO
Pa´ condenarme, mi amigo, primero
me ha de escuchar
Y si después de escucharme, usté
no encuentra razón,
Puede, con toda confianza,
condenar a este varón
¡Que naide ha visto achicarse y
mucho menos temblar!
Y si me ha visto en el pago, por los
boliches chupar
No es por el gusto ´e mamarme, ni
sentirme perdido,
Es que una pena profunda me tiene
tan abatido
Que busco olvido en la caña, pa´
no tener que llorar.
Yo tuve rancho y mujer
Además de un angelito,
Que era el sol de aquel nidito
A base de querer...
Pero un día... ¡Suerte perra!
El patrón con gran halago,
Me mandó para otro pago
De encargado de una yerra.
Y ya que sabe mi cuento, con
permiso, vi´á marchar
En busca de aquel maldito, que
enlutó mi corazón,
Pa´ cobrarme con su sangre, el dolor
de mi ilusión
Y la muerte de mi hijito, que
nunca podré olvidar.
Y volveré con mi china, hacer un
nuevo nido de amor
Después de rezarle a Dios por la
paz del angelito,
Que pedirá desde el cielo, el
perdón pa´ su viejito
Que clavó su daga gaucha, en el
pecho de un traidor.
Estaba yo en la contienda
Cuando el jefe de un malón,
Se apoderó de mi prienda
Y me mató a mi pichón.
Y ansina ando cimarrón
En busca de aquel bellaco,
Pa´ revolverle sin asco
Mi fierro en el corazón.
Letra : José Sassone
Música : Anselmo Alfredo
Aieta