EL COCHERITO
Bailando
Empezó a vivir la vida
Un muchacho paseandero
Bailarín de los primeros.
Gabino
Un mentado cocherito
Que vivía sus andanzas
En el barrio Caballito.
Silbando
Noche a noche en una esquina
A la luz de un farolito
Esperaba al organito.
Y luego
Cuando el tango le invitaba
A bailarlo se entregaba
Empleando el corazón.
Bailando en las calles llegó
el cocherito
A ser en el barrio un gran
bailarín,
Soñaba los tangos que el
viejo organito
Llevaba al suburbio a
hacerlo feliz.
En todos los bailes que el
mozo llegaba
Bailando ganaba algún
corazón,
Su estampa porteña que tanto
gustaba
Por donde él bailaba,
recuerdos dejó.
Sabiendo
Que su nombre cotizaban
Tomó rumbo para el centro
A buscar otro elemento.
Y pronto
Consiguió lo que él quería
El aplauso que anhelaba
Desde sus primeros días.
Pasaron
Muchos años y una noche
Entre amigos y algo en copas
El muchacho les decía:
”Les juro
que tranquilo moriría,
si bailando un tango, un día
me fallara el corazón”
Letra :
Santiago Adamini
Música : Ángel
D´Agostino y Alfredo Attadía
(partitura
edición 1944)