DICHA ETERNA
Si puedo beberé, en una flor de rosa el corazón,
Y el rojo vino de sus pétalos sangrando
Destilaré para saber si hay vida en ella.
La quiero destrozar, verla llorar, robarle su color
Luego cubrirla con mil besos de ternura
Para saciar mi loca sed de amar.
Perdoná este sueño, Dios,
Me enloquece su candor,
Y esta loca pasión y cariño
La hizo flor por sentirla más mía.
Es la voz de mi ilusión
Un volcán para los dos,
Y en él quisiera forjar sólo con ella
La dicha eterna de mi corazón.
Por eso besaré
En esa flor su miel que es mi pasión,
Y el sueño dulce de un imperio muy celeste
Para los dos, firmemente he de ofrecerle.
La quiero aprisionar y al suspirar
Prenderla en su rubor,
Y en el embrujo de sus labios coralinos
Sellar mi amor, muy junto con su amor.
Letra :
Roberto Salcedo
Música :
Emilio Castaing
Grabado por Héctor Mauré con el
acompañamiento de la orquesta de Jorge Dragone.