DEMASIADO TARDE
Todo está igual, nada ha
cambiado,
El mismo patio, el mismo
sol,
La misma hiedra que al
igual que mi esperanza
En la ausencia fue
creciendo conservando su verdor...
Tan sólo yo vuelvo
cambiado
Traigo el tormento de
vivir,
Tengo clavado en mi pecho
el desencanto
Y mi corazón de pena,
desangrándose al sufrir...
¡Mi vida... hablame!
Decime por lo menos que me
odiás.
Pero no estés así callada,
indiferente,
Porque me mata tu
frialdad...
Contame... tus penas,
Vení, no me guardés tanto
rencor.
Que necesito del calor de
tus ternuras,
De tus caricias y de tu
amor...
Recién comprendo todo el
daño
Que mi abandono te
causó...
¡Cuánto has sufrido!...
Las arrugas dibujadas
En tu rostro son las
huellas
De tu llanto y tu dolor.
He vuelto demasiado tarde
Para poderte consolar.
Me voy llevando este cargo
de conciencia
De saber que ni siquiera
Me has podido perdonar...
Letra :
Horacio Delamónica (Agustín Horacio Delamónica)
Música :
Francisco Tróppoli
Grabado por la
orquesta de Osvaldo Pugliese con la voz de Alberto Morán.
Grabado por
la orquesta de Héctor Varela con la voz de Jorge Rolando.
(partitura
edición 1946)