CASI  NADA... SOY UN TANGO

 

 

 

Casi nada... Soy un tango...

Solo quise ser el canto de los pibes olvidados,

No de aquella sensiblera que el bulín dejó engañada

Si el orgullo la cegó, solo Dios la ha perdonado.

Casi nada... Soy un tango...

Pero acuno dulces sueños de la pobre fabriquera

De la rubia veterana que bosteza borrachera

Y olvidada morirá.

 

Sencillito...

Muy modesto aunque les duela, pero todo corazón,

Desperezo en las mañanas, empolvadas de ilusión

Conteniendo la amargura, de mi sino que es un mito.

Cariñoso...

Soy el vate que le canta a la madre su canción,

Si hasta enfermas, en las crudas madrugadas

No se duermen sin el beso del nochero regalón...

 

Casi nada... Soy un tango...

Llevo el eco del canalla, llaga viva de rencores,

Que apalea a las mujeres, maldiciendo lo que besa

Pero ya las pagará, cuando tallen las razones.

Casi nada... Soy un tango...

Deshojando la inocencia en lo más puro sus malevos,

Me usaron pa´cantarle sus hazañas, pero sepan,

Sé cantarle hasta... al amor...

 

Letra : Armando Armagno Cosentino

Música : Miguel Nijenson

 

 

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