CARMÍN
De purreta soñabas con un cielo
Bordado en diez baldosas de rayuela,
Y el sol te iba pintando rulos de oro
Que entonces fue champán de tu inocencia.
Después, tus veinte abriles noveleros
Se rindieron al son de un tango amargo,
Y en un carmín cortejo de malvones
Desangraba tu pena el arrabal.
Y hoy no mirás atrás
Porque en tu risa cruel,
Cien noches sin final
Hieren tu boca.
Por eso te aturdís
Con música y champán,
Buscando destrozar
Tu vida loca.
Carmín, siempre está el sitio que dejaste ayer.
Carmín, siempre hay dos manos que rogando están.
Ya es tiempo de llorar, con llanto de malvón,
Con lágrimas de fe, Carmín volvé.
No importa dejar tu mundo nuevo,
Tu mundo, con fronteras de egoísmo,
Si la moneda vil que te arrojaron
La fuiste a recoger en el abismo.
Ayer, tenías el sol en tu rayuela
Alumbrando tu vida simple y pura,
Y hoy que tenés la pista iluminada
Está a oscuras tu pobre corazón.
Letra : Marsilio Robles
Música : Víctor Buchino (Víctor Miguel Buchino)
Grabado por la orquesta de Aníbal Troilo con
la voz de Jorge Casal.