CANCIONERO
El manto de la noche cobija el vecindario
Y apenas se dibujan las casas del lugar,
Los viejos paraísos repiten el rosario
Que reza entre sus hojas, la ráfaga al pasar.
Igual que centinelas de guardia en la cortada
Simulan los faroles, las sombras acechar,
Y sobre los tejados, la luna está colgada
Como una lamparita cansada de alumbrar...
Llega el rezongo de un cordaje
Y en alas de una endecha
La voz de un hombre se alza.
Y ansias, ensueños y dolores
Desflora ante una reja,
La dulce serenata...
Pero la voz, de pronto muere
Y un ¡Ay! que parte el alma
Le sigue a la canción...
Pasa agorera una lechuza
Y un perro, quejumbroso,
Sus aullidos comenzó...
Comentan los vecinos que son madrugadores
Que el cuadro más doliente pintó el amanecer,
Al pie de una ventana, con hondos estertores
Un hombre se moría, nombrando una mujer...
Él era el cancionero que aquella noche aciaga
Llegó a volcar sus cuitas, de la guitarra al son,
Y que después, traidores, los golpes de una daga
Troncharon en la sombra, su vida y su canción.
Endecha : lat. indicta: canción triste
y lamentosa.
Letra : Ismael R. Aguilar (Ismael Ricardo)
Música : Manuel Buzón
Grabado por Agustín Magaldi con guitarras.
(sello RCA 1924/28)