BRINDIS DE SANGRE

(c. 1935)

 

 

Guitarrean las chicharras, mediodía

Hay diez pingos apereaos en la ramada,

Huele a sangre y a rencor la pulpería

Porque el rubio que se alzó con la María

Ha vuelto esta madrugada.

El tape Cruz ya sabía, que su rival volvería

Y se la tiene jurada.

 

Hoy ha llegado ese día

Al llegar a la ramada,

Reconoce al pangaré

Donde su china se fue

Enancada.

Cruz no la pudo olvidar todavía

Cruz la lleva en su memoria, envainada,

Se apea en la silenciosa pulpería

Y dentra como hoja afilada.

 

Recitado:

Soy el novio de María,

Sirva dos cañas, pulpero.

Alza la copa colmada

Y dice al rival de un día:

Brindo por la puñalada

Que va a dejar estirada

O su osamenta o la mía.

 

Y sobre el pucho, bravía la topada.

Hay un revuelo de tira y ataja,

A poncho y cimbra ninguno se toca

El tayador del destino baraja

Da vuelta el mazo y la muerte está en boca.

 

Y frente a la pulpería sobre el brillo de la pelea

Un gaucho rubio se enfría y un pangaré lo olfatea,

Mientras Cruz, al estribar, se pregunta todavía

Por qué no se hizo matar

Ya que muerto iba a olvidar... a María.

 

Letra : José Ramón Suárez  (auque afirman que fue escrito por el poeta uruguayo Yamandú Rodríguez)

Música : Abel Fleury

 

Grabado por la orquesta de Armando Pontier con la voz de Julio Sosa. (09–08–1957)

 

 

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