¡AY, MIMOSA!

 

 

 

Qué te importa lo que piensen

Las que charlan envidiosas,

Qué te importa si te siguen

Las miradas más celosas.

¡Ay, mimosa!...

Qué te importa que la gente

Se haga cruces y comente,

Si me das tu corazón.

Date cuenta...

Que en el abril de tu boca

Se está incendiando ambiciosa

La rosa de mi pasión.

 

Mimosa,

Por qué tu inútil empeño

De hacerme sufrir así...

Si hasta despierto te sueño

Y soñando ser tu dueño

Me duermo pensando en ti.

¡Ay, mimosa!

Quisiera darte mi abrigo

Quisiera hacerte feliz...

Por eso al cielo le pido

Quiera Dios darte el “castigo”

Que te enamores de mí.

 

Si es que tengo la fortuna

De tu amor de miel y rosa,

Nunca, nunca habrá ninguna

Más amada y más hermosa.

¡Ay, mimosa!...

Si en tus labios tan perversos

Prendería con mis versos

El más rojo madrigal.

Y tu beso...

Lo llevaría en mi vida,

Como una flor escondida

Que halló en mi pecho su ojal.

 

Letra : Carlos Waiss

Música : Juan D´Arienzo y Fulvio Salamanca  (Fulvio Werfil Salamanca)

 

Grabado por la orquesta de Juan D´Arienzo con la voz de Armando Laborde. (sello RCA N° 1 A – 0981)

 

                       

A “Letras   A “Autor    Menú Principal