APOLOGÍA DEL TANGO

(Recitado)

 

 

Tango de triste motivo

Cuando siento tu chamuyo,

Se queda en mi alma el arrullo

De tus pesares cautivo.

Por eso cuando percibo

Tu melancólico son,

Me acongoja la emoción

De tu rezongo compadre,

Y entonces pienso en mi madre

Y me llora el corazón.

 

Por eso cuando lo siento

Le abro en mi alma las rejas,

Y entra cantando sus quejas

Pa´ amargar mi sentimiento.

Entonces, mirá, no miento

Siento que en mi pecho anida,

Todo el dolor de mi vida

Y por eso me encurdelo,

Tengo hambre de consuelo

Y lo busco en la bebida.

 

Tango, que me hiciste mal

Y sin embargo te quiero,

Porque sos el mensajero

Del alma del arrabal.

No sé qué encanto fatal

Tiene tu nota sentida,

Que en la mistonga guarida

Del corazón se me ensancha,

Como pidiéndole cancha

Al dolor que hay en mi vida.

 

Triste, sensual, dormilón,

Mezcla de risa y lamento,

Vuela de los instrumentos

Y se mete al corazón.

Allí enciende la pasión

Que en el alma está dormida,

Nos habla de la querida

Del amigo traicionero,

Es un grato mensajero

Que se nos cruza en la vida.

 

Por vos me he morfao más canas

Que pelos tengo en el mate,

Por vos hizo el disparate

De envenenarse mi hermana.

No hay bochinche ni macana

Que en tu homenaje no hiciera,

Y en cualquier fiesta arrabalera

Donde campeás con honor,

Me has dado siempre valor

Pa´ hacerle frente a cualquiera.

 

Es cachetada y caricia

Tiene querer y grandeza,

También maldad y nobleza

Tiene fealdad y belleza.

Es la infinita tristeza

Que a ser malo me convida,

Es la cárcel, la guarida

Mis versos y mi guitarra,

El tango, es como una garra

Que se ha clavao en mi vida.

 

Letra : Enrique Pedro Maroni

 

 

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