¡ POBRE PERCANTA !
Yo manyaba una percanta,
De fama muy mentada
Y muy afortunada.
Pues desde qu´era pebeta,
Andaban a montones
Tras d´ella los gavilanes.
A un jailaife millonario,
Que lo cazó de otario
Diez mil le sonsacó.
Pero un canba que tenía,
Le formó el cuento un día
Y se los espiantó.
Renegando de su suerte,
Como rea cualquiera
Pasó vida fulera.
Cuántas veces llena ´e bronca,
Lloró con amargura
Su triste mischadura.
En los cabarets bailaba,
Las noches se pasaba
En contínuo farrear.
Y más de una madrugada,
Se iba encurdelada
Al bulín a atorrar.
Hoy aburrida
D´esta mistonga vida,
No halla consuelo
Pa´ su triste padecer.
Y su figura
Sólo es caricatura,
Pues el espejo
Se lo ha dao a comprender.
¡Pobre percanta!
Convertida en atorranta,
A quien todos los transeúntes
La contemplan con horror.
Pues hay muchacho
Que al manyar su pobr´escracho,
Y creyéndola un fantasma
Huye d´ella con pavor.
La cocaína
A su mente ilumina,
Sin esta droga
No podría ella vivir.
¡Pobre percanta!
Así tan sólo espanta,
La mischadura
Que a su alma hace sufrir.
Y paso a paso
Sigue el rumbo y no hace caso,
Sin amigos, sin menega
Ni tener con qué morfar.
Hasta que hastiada
De su vida desgraciada,
A un hospicio o cementerio
Vaya con su cuerpo a dar.
Si no quieren ser, percantas,
Mujeres desgraciadas
No sean tan confiadas.
Cuando un turro “conta-muse”,
Le haga un batimiento
Espiántelo al momento.
Si no quieren pasar vida,
Mistonga y dolorida
Y su duro laburar.
O todo el vento que ganen,
Los chomas les afanen
Pa´ írselo a farrear.
Letra
: Ángel Villoldo (Ángel Gregorio
Villoldo Arroyo)
Música
: E. J. Scazziota
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