PARA ÉL QUE ESTÁ EN EL CIELO
(1956)
Recitado:
Para vos que me
enseñaste a ser un buen varón.
Para vos que
sacrificaste todo por mi felicidad,
Va este tango hasta
el cielo, con la esperanza suprema
De que lo escuches y
sepas, que soy como vos quisiste.
Pensar
que cuando chico, hasta bronca te he tenido
Pues
yo nunca comprendía lo que tú eras para mí,
Hoy
que me faltas comprendo con angustia en mi pecho
Que
fuiste un dios, un buen padre, todo lo hiciste por mí.
Por
momentos pensaba que, quizás, no me querías
Yo
tenía quince abriles... ni un juguete conocí,
Todo
en mí era tragedia y me consolaba cuando
Tú
del brazo me llevabas a ver a quien nunca vi.
Ahí
me daba cuenta de todo lo bueno que eras
Cuando
postrado ante ella te largabas a llorar,
Entonces
yo te abrazaba y pensaba para adentro:
¿Por
qué, Señor, yo no pude conocer a mi mamá?
Sentía
que le hablabas solamente de su hijo,
Le
decías: si vos vieras qué grande el purrete está,
Mucho
a ti se te parece, es honesto, hasta trabaja
Y
a cada instante se acuerda de su querida mamá.
Pasaron
hoy los años y vos te fuiste con ella
Tenelo
seguro, viejo, que no me podré olvidar,
De
todos tus sacrificios y de tus sanos consejos
Me
enseñaste a comprender y yo jamás podré olvidar.
Que
los padres son todos unos santos verdaderos
Con
un corazón tan grande que no se puede igualar,
Ni
con la vida se paga el cariño de los viejos
¡Para
él, que está en el cielo, va este tango y nada más!
Letra : Salvador
Sequeira
Música : Celedonio
Daliard (Celedonio Cristian Daliard)