COPERITO
Triste y silencioso,
Sin rumbo ni destino
Parece un peregrino.
Tiene su mirada,
La tristeza infinita
De una rosa marchita.
Desesperado
Siempre vagando,
Su cara inspira
Gran compasión,
Pues se adivina
Que alguna pena,
Le ha hecho pedazos
El corazón.
Su loca alegría
De otro tiempo mejor,
Se ha vuelto tristeza
A causa del dolor.
Sus ojos perdieron
El vivo fulgor,
Que día tras día,
El llanto empañó.
Perdida la dicha
Perdida hasta la fe,
Ya nadie recuerda
Al rey del cabaret.
El bravo copero
De porte gentil,
Hoy es una sombra
Que pasa sutil.
Cuentan los vecinos,
Que una mujer hermosa
Que era como su diosa.
Pagó su cariño,
Huyendo de su lado
Con un hombre malvado.
Y en una carta
Que el coperito,
Lee y relee
Con gran dolor,
Le dejó escrito
Que se marchaba,
Con otro hombre
Que era su amor.
Desde aquel momento
Para él todo cambió,
Ya nada le importa
El mundo se acabó.
El triste recuerdo
De aquella traición,
Fue como un veneno
Para el corazón.
Pero es tan profunda
La huella que dejó,
Aquella perdida
Que así lo abandonó.
Que el pobre copero
Alienta en su ser,
La triste esperanza
De que ha de volver.
Letra
: Víctor Soliño
Música
: Adolfo A. Mondino
(colaboración
enviada (letra) desde la ROU, por el amigo CésarElEmperador. 04-2018)