SOBRE LAS OLAS
(vals)
Olas
que al llegar
Plañideras,
muriendo a mis pies,
Nuevas
del bogar
Para
cada viajero traéis.
Si
no me decís
Que
hay un ángel que aguarda el bajel,
Mi
cuerpo infeliz
Para
siempre en la arena envolved.
Fiero
el destino me hirió
Y
buscando un alivio al pesar,
Mi
alma angustiada cruzó
Los
abismos profundos del mar.
Y
al comprender que ni así
A
esa ingrata consigo olvidar,
Qué
he de hacer, ¡Ay de mí...!
Horas
tristes... ¡Llorar... llorar!
Soplo
embriagador
Que
fingiendo palabras de miel,
Me
hablas de un amor
Que
ha de serme funesto después.
Si
me has de decir
Lo
que el alma no puede escuchar,
Déjame
morir
En
las olas del rudo huracán.
Como
la espuma que el viento formó
Tuvo
mi alma su blanca ilusión,
Y
el mismo viento, con furia después
Tronchó
las galas del níveo joyel.
La
triste agonía mató mi pesar
La
noche sombría a las nubes, ¡Horror!,
El
alma se alivia al ver que en su afán
Ni
goza en la tierra ni olvida en el mar.
Pobre
suspiro que envío al pesar
Parte
en las olas del fiero huracán,
Y
adonde vive quien causa mi mal
Decidle
que aun muerto las olas llorando están.
Letra y música : Juventino Rosas
(Fuente
: Todo Tango)