EL SENTENCIADO
(1950)
Ha
llegado mi final
Ya
no me puedo reír,
Dios
me condena a sufrir
En
el sendero mortal.
Es
muy potente este mal
Que
me tiene secuestrado,
Siendo
un pobre sentenciado
Por
una sombra fatal.
Soy
como el pájaro herido
Que
muere lejos del nido...
Siento
como una neblina
Que
me viene a oscurecer,
Las
caricias tan divinas
Que
disfrutaba hasta ayer.
Ya
está mi ruta marcada
Que
yo tengo que seguir,
A
la triste enmascarada
Que
no me deja vivir.
Cuando
empezaba a gozar
La
más sagrada ilusión,
Se
me cruza un nubarrón
Que
a mi vida hizo eclipsar.
Nadie
se pone a luchar
Contra
la ley del destino,
Cuando
te traza el camino
No
lo podés rechazar.
Letra : Marsilio Robles
Música : Don
Filinto (Filinto Rebechi)