EL GIGOLÓ
(Querime ñata) (1918)
Triste
y taciturno el gigoló
De
pena muere,
Pues
la ingrata que su amor llevó
Ya
no lo quiere.
Y
recordando su ensueño de amor
Vio
con dolor,
Que
aquella flor
Que
imaginario su mente forjó,
El
viento la deshojó.
Mujer
infiel que me has dejado,
Que
mi vida has destrozado
Y
mi amor has desdeñado,
Por
qué no vuelves al nido de amor
Que
te espero con ardor,
Para
olvidarnos
De
esos sufrimientos,
Y
otra vez amarnos
Con
santo fervor.
Sabes
mi bien, que te quería
Que
eras mi única alegría,
Mi
fe, la vida mía.
Por
qué tan mala conmigo has de ser
Que
me niegas tu querer.
Si
fue un delirio... Que yo te quisiera,
Por
qué este martirio
Me
haces padecer.
El
dolor que tiene el gigoló
Lo
desbarata,
Y
el cariño que a la ingrata dio
Hoy
ya lo mata.
Y
al comprender que su ardiente pasión,
Fue
una ilusión
Del
corazón,
Con
infinita amargura se oyó
La
queja del gigoló.
Letra : Luis Roldán
Música : Enrique
Delfino (Enrique Pedro Delfino)
(colaboración enviada
(letra) por el amigo Eliott Wilson. 03-2015)