DUENDES DEL TUÑÓN
(vals)
Lucecitas
de varios colores
Con
un gnomo que sabe creer,
Y
ese ángel mirando de adentro
El
fiel movimiento que tiene la fe.
El
poeta de guerras perdidas
Lleva
sus heridas en toda su piel,
Y
el remedio que halló para eso
Trepar
por el cielo y lo ve quien lo ve.
Hay
un piano que busca reparo
Que
acaricien las seis menos diez,
Cuando
llueve se ven los paraguas
Que
pasan corriendo detrás de un mantel.
Ay,
Tuñón que te vas por las mesas
Cuando
la belleza del atardecer,
Te
provoca llovizna en los ojos
De
todas las veces que te vio nacer.
Y
otra vez en el último verso
Se
juntaron ese atardecer,
Con
el Tata cantando bajito,
Por
los arrabales
A
las seis menos diez.
Y
llegaron los dos a la cita,
Bajo
la llovizna
A
las seis menos diez.
Dos
marinos del año que viene,
Prostitutas
sin luna de miel,
Y
los chorros que viajan en coche
Con
sus soledades en puntas de pie.
Y
detrás se vienen los fracasos
Con
pancartas de un “te quiero che”,
Barriletes
con forma de estrella
Clavado
en el alma de un niño ciprés.
Letra y música : Juan
Vattuone