CENICERO DE LATÓN

 

 

 

Desde aquel pasado, sos mi amigo

Te recuerdo, fiel testigo,

De un encuentro allá en el bar.

Mudo, como un tango silenciado,

Un café, los cinco dados

Y una mesa de billar.

 

Fuimos un pedazo de quimera,

Un vermouth y mil maneras

De inventarnos la ilusión.

Sábados de puchos contrariados,

Y una piba que, amurado

Nos dejaba el corazón.

 

Solos, por la ruta cotidiana,

De remar cada mañana

Por el mango, en la ciudad.

Yo fui peregrino de las prisas,

Vos, el fin de las cenizas

Y una misma soledad.

 

Luego, por la vida hemos rodado,

Y hoy que estamos oxidados

Porque todo nos dio igual.

Somos lo que siempre hemos querido,

Bruma gris de lo vivido

Dos espectros y un final.

 

Vamos remolcando los recuerdos,

Tu alquitrán de tranco lerdo

Y mi viejo berretín.

Vamos al olvido que la historia se nos va,

Y no hay memoria

Que nos pueda revivir.

 

Lejos de relojes y de años,

Tu metal de desengaños

Y mi duende sin razón.

Yo soy un balance, a contramano,

Y vos, sos como mi hermano

Cenicero de latón.

 

Letra : Luis “Pichín” Bustince  (Luis Mario Bustince)

Música : Carlos Bergés  (Carlos Rubén Bergés)

 

Grabado por el Octeto de Pascual Mamone con la voz de Reynaldo Martín.

 

 

(letra obtenida de la grabación)

(colaboración enviada (grabación) por el amigo Eduardo Arolas. 11-2014)

 

 

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