CASCARITA

(1957)

 

 

Con pisada bien canyengue, aguantando los dolores

Iba domando los tarros que me acababa ´e afanar,

En una mano llevaba, agarrado ´e los cordones

El par viejo pa´ venderlo como una antigüedad.

Relojeaba a los otarios que corrían por el centro,

Me daban gracia su aspecto y la manera de hablar,

¡La pucha que pasó el tiempo!, pensaba pa´ mis adentros

Cuando calé a una percanta que me era familiar.

 

No esperé volver a verla después de esa tarde mustia

En que conocí la angustia de ya no tenerla más,

Muchos años han pasado, puedo notar que ha cambiado

La jeta se le ha estirado, cosa extraña pa´ su edad.

 

¡Cascarita!, ¡Loca suerte!; Ya mi voz está quebrada

De tanta emoción al verte, parada en aquella esquina,

Cerquita ´el puesto de diarios y con ese vestidito debute,

Color bordó, me parecía la misma pebeta linda del barrio,

La coqueta a la que un día, la gilada bautizó.

 

Yo debía consolarla cada vez que la insultaban

Los otarios resentidos, celosos de nuestro amor,

Ellos iban por la calle, ¡Cascarita!: le gritaban,

Porque usaba la belleza pa´ ocultar su pudrición.

Caminando por Barracas levantaba polvadera,

Con mi paica milonguera dando paso ´e cotillón,

Si al pasar por el café algún ñato la junaba

A la primera chiflada lo silenciaba de cross.

 

Me relojeó así nomás, como si no recordara,

¡Eh!, ¡Pebeta de mi barrio!, me dirigí con pasión,

De pronto sacó un pianito, botonera iluminada

Del que música sacaba p´ alegrar mi corazón.

¿Me olvidaste, Cascarita?, pregunté de costeleta,

La percanta saludaba a un fulano de tal,

Pedía por un tal Yoni, con rara voz de corneta,

¿No me estará confundiendo?, ¡No soy otro que Pascual!.

 

De purrete me decían: “el petizo ´e la ribera”

Taita duro ´e entendederas que tanta papa ganaba,

En las milongas del barrio, entre cortes y entreveros

Hasta al guapo más canchero a la mina le amuraba. 

 

Me presenté tan cabrero que le debo haber gritado,

Se puso un garfio en la oreja pa´ escuchar al otro gil,

Y sus labios de carmín chamuyaban complicado,

Palabras que aún no comprendo, al pianito parlanchín.

¡Pero muñeca, acordate!: ¡Nuestro bulín mistonguero!

Le dije bajo al oído que se acababa ´e tapar,

Mas esa mano en mi pecho y el empujón tan fulero

Dispertaron esa herida que no ha podido sanar.

 

La viejita se fue al cielo, a mi tía la operaron,

En gayola me encerraron por hacer de gigoló,

Fui al campo a laburarla, las cosechas se inundaron

Mis amigos me afanaron a la paica de mi amor.

 

Cascarita me hacés daño;

Reflexioná un poco piba:

¡Te esperé treinta y cinco años!.

 

Al cabo de un parlamento "bai Yoni" le espetó al coso,

Introdujo el artefacto en un bolso rechipé,

Cuando pensé atendería a este Pierrot lastimoso

"Estoy reapurada" dijo y se me largó a correr.

 

Salí como disparado pa´ surtirle unos sopapos,

A mí nadies me desprecia ni me deja de plantón,

Al no poder alcanzarla le tiré con los zapatos

Y justo vine a embocarle a la azotea ´e un botón.

Recordé mientras se iba, ¡Pelandruna abacanada!,

A la vieja muchachada que era bruta pero sabia,

Bien fajado por la cana, yo pensaba: ¡Mascarita!,

Ya no sos mi Cascarita, ahora te llaman Cascarria.

 

Letra : Jorge H. Pouza

Música : Gustavo Van Waarde

 

Grabado por Carmelo Imperio con el acompañamiento de “Los Marinos Cantores”. (sello Sondor, ROU, 1963)

 

 

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