BANDONEÓN   (III)

 

 

 

Yo te amé, bandoneón, desde siempre

Sobre un mundo sediento de horror,

Y le diste a mi alma, las manos

Y mi carne a tu carne, razón.

 

Yo bebí de tu voz la tristeza

Y mi sino en tu sino se ató,

Y trepamos las mismas estrellas

Y tu sol a mi luna abrazó.

 

Acaso fue la angustia que hermanos nos hacía

Y chapaleamos sueños prendidos del amor,

Pa´ abrir una esperanza entre el lodo y la vida

Y así gritar con bronca, lo injusto... bandoneón.

 

Acaso fui tu noche y tú mi claro día

Tu voz mi fiel ternura y yo tu corazón,

Quizás los dos: ¡Un tango!, presagios y entre dudas,

Tal vez los dos: cansancio, mi hermano bandoneón.

 

Nunca fuiste vinagre en mi herida

Ni tu llaga, mi cero fatal,

Ni mi danza macabra, tu pena

Ni mi averno, tu rante gotán.

 

Sí, fue cóndor tu gota de cielo

En mi lluvia de abismo y esplín,

Y cristal transparente en mis huesos

Tu sonoro y amado gemir.

 

Letra : Rogel De Niz  (Rodolfo Rogelio Nizich)

Música : Carlos Quilici  (Carlos Julio Quilici)

 

 

(colaboración enviada (letra) por el amigo Carlos Quilici. 09-2015)

 

 

AtrásMenú Principal