RIBEREÑA
(vals)
Recuerdo
que una tarde
Templada
de otoño,
El
sol, se recostaba
Detrás
de la loma;
Y
tú, toda de blanco
Como
una paloma,
Yacías
a la sombra
De
un viejo gualeguay.
El
viento acariciaba
Tus
sueltos cabellos,
Y
había una sonrisa
En
tu boca pequeña;
Y
el misterioso encanto
De
tu cara trigueña,
Al
ver correr las aguas
Del
río Uruguay.
Morochita
de ojazos renegridos,
Morochita
de labios color guinda,
Al
mirarte esa tarde, tan linda
Nuevamente
soñó el corazón.
Ribereña,
de piel dorada y suave,
Ribereña
que robas mi alegría,
Por
besarte no sé qué daría
Bella
flor, que encontré a la oración.
Letra : Enrique Gaudino (Enrique Miguel Gaudino)
Música : Víctor Braña y Santiago Francisco Cóppola
Grabado por la orquesta
de Lucio Demare con la voz de Juan Carlos Miranda. (sello Odeón, 13-03-1942)
(letra
obtenida de la grabación)
(colaboración
enviada (grabación) desde Pescara, Italia, por el amigo Salvatore Fischetti. 03-2014)