PARLAMENTO (II)
Entre
el doliente gemido,
Que
daba el sonido
De
los bandoneones,
Esa
mujer fue perjura,
Vendió
su hermosura
A
manos galantes;
Y
se olvidó de aquel hombre,
Que
le dio su nombre
Y
su amor radiante,
Y
como un hondo reproche,
El
viento en la noche
Le
canta así:
Te
tienes que acordar
Cuando
te encontré,
Con
el corazón
Lleno
de dolor;
De
tu alma de mujer
Yo
me cautivé,
Y
mi gran pasión
Yo
te ofrecí.
Mas
nunca has de saber
Que
tu ingratitud,
Fue
la herida cruel
De
mi juventud;
Hoy
sos un pobre ser
Que
en su soledad,
Sólo
piensa en ti
Mala
mujer...
De
aquel risueño pasado,
En
su alma ha quedado
Dolor
y amargura,
Y
aquel cariño que un día,
Le
dio la alegría
De
paz y ternura;
Hoy
va mezclado el gemido,
Y
al triste sonido
Que
da el bandoneón,
Y
ese tango, el acento,
Es
como un lamento
Al
triste son.
Letra : Richard
Russo (Alberto Bahamonde Vignoli)
Música : Julio De Caro
(colaboración enviada
(letra) desde Villa Carlos Paz, por el amigo Héctor Pizarro. 01-2014)