NOEMÍ
A
la sombra generosa de las sierras
Que
contemplan cual gigantes la hermosura,
De
las fértiles campiñas del Tandil
Olvidando
las miserias de la tierra
Hay
dos almas que se adoran con locura
Son
las almas de Manolo y Noemí...
En
las tardes somnolientas del poblado
Como
va a la flor temprana El colibrí,
Va
El muchacho, de ternuras embriagado
A
cantarle a su adorada siempre así:
Tandilera
Flor
humana,
Que
en la sonriente mañana
Surges
como primavera para mí...
Tandilera
Mi
locura,
Sé
que existe la hermosura
Desde
que tus ojos viera, ¡Noemí!
Y
las lenguas viperinas del poblado
En
las tardes somnolientas pero bellas,
Cuando
se oye ese sonido peculiar
De
la lírica bocina que ha sonado,
Desde
El auto del galán llamando a ella
Cual
tijeras se dedican a cortar.
Pero
ajenos a la envidia, en embeleso
Abrazados,
alma a alma en frenesí,
Rubricando
sus amores con un beso
Manolito
le repite a Noemí:
Tandilera
Si
no fuera,
Que
ya El alma me robaste
Te
daría El alma mía para ti.
Tandilera
¿Yo
antes qué era?,
Si
mi alma tú la creaste
Con
tu amor y tu alegría, ¡Noemí!
Letra : Carlos Onofre
Alvear (Francisco Bautista Rímoli)
Música : Ángel
D´Agostino (Ángel Domingo Emilio D´Agostino)
(colaboración enviada
(letra) desde la ROU, por el amigo Césarelemperador. 09-2013)