ORACIÓN    (II)

 

 

 

 

¡Señor!, Te pido escuches
Mi ruego angustioso clamando piedad.
No ves, que todo es dolor
Y todo es maldad.
Ya nada es amor,
El mundo quiere olvidar
La diáfana calma de tu inmolación,
Lección divina de fe
Tenés que volver a darnos tu luz.

La vida no tiene razón ni sentido
Si el odio rechaza los lazos que hermanan.
El trueno de guerra retumba en las almas
Y manchas de sangre rubrican el mal.
Por eso te pido, ¡Señor!, que me escuches
Y bajes del cielo a darnos tu mano,
Te juro que entonces, la vida tendría
Razón y sentido, con tu conducción.

Dejá... que vengan a mí
La voz respondió con dulzura sin par,
Muy juntos han de llorar.
Muy juntos reír, muy juntos vivir.
Porque no ves como el sol
Los besa con rayos a todos igual,
Los campos dan su vergel,
Mitad para ti
Mitad para él.

 

Letra y música : Samy Friedenthal

 

 

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