OÍME, CIUDAD MÍA

 

 

 

 

Oíme, ciudad mía: habrá algún día nuevo,

Con chispas de algún fuego que el tiempo encenderá.

Y acaso cerraremos las viejas cicatrices

Que arrastrarán las sombras que con ellas se irán.

 

¡Podremos, Buenos Aires!, De tanto levantarnos,

Sabremos las maneras de no doblarnos más.

Y un viento de muchachas cantando a contraviento

Vendrán a nuestro encuentro, sin llanto ni disfraz.

 

Todos nos pondremos

Pétalos de nubes.

Manso el corazón, tendremos...

Y volveremos a encontrarnos

Con nuevas ganas de crecer.

No, no estoy soñando, y si sueño... ¿Qué?

Abro mis ventanas y regresa todo el sol.

Salgo con las alas puestas, con el pecho abierto

Donde anida otra ilusión...

 

¡Qué lúcida esperanza encierra la utopía

de avizorar un cielo que crece más allá!

Y reencontrar la luna que bebe allí, en el charco

El vino milagroso que riega nuestro afán.

 

Te estoy contando un cuento que acaso sea una historia

Que aún no ha transcurrido y sé que llegará.

¡Qué magia, Buenos Aires!, Trepar por tus raíces

Salvar para tu gente, su luz y su verdad.

 

Letra : Héctor Negro  (Ismael Héctor Varela)

Música : Carmen Guzmán  (Eduardina Carmen Guzmán)

 

 

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